El debut del nuevo Senado y la tensión e incertidumbre en Diputados ilustran de algún modo el test político que enfrenta Javier Milei en este inicio de año. Por supuesto, existe una diferencia sustancial sobre la densidad de los temas a tratar -Boleta Única de Papel y mega proyecto de ley- en cada Cámara. Pero está igualmente claro el contraste entre el margen para construir un mecanismo ajustado a la fragmentación política y la intención de presionar considerando que el respaldo amplio en las urnas representa lo mismo que el núcleo duro de apoyo inicial. Eso último, relejaría una lectura poco fina de la primera vuelta electoral y del contundente triunfo en el balotaje. 

n la cámara presidida por Victoria Villarruel se aprestan a tratar el proyecto de boleta única, un cambio del sistema electoral que durante más de un año fue cajoneado por el peronismo/kirchnerismo. El ex oficialismo quiere dar batalla no sólo por el tema, sino como primera muestra de rechazo a los planos de Milei. Y el nuevo oficialismo apuesta a generar un éxito legislativo esta misma semana, frente al panorama complejo de la ley ómnibus en Diputados, atravesado por tensiones e internas de diferente naturaleza. 

Las dos alas del Congreso exponen cuadros diferentes y, de hecho, los temas a tratar en lo inmediato son determinantes. El texto de la boleta única genera posiciones de apoyo, matizadas, en el arco que va desde LLA a los bloques de la UCR, el PRO y otros sectores que mantienen una actitud de expectativa, crítica, en relación con los primeros movimientos del Presidente. No es lo único